"No siempre salen bien los proyectos", eso fue lo que pensé tras la última tertulia que di en la guitarrería. Escarmentada, triste y un poco enfadada, estaba dispuesta a recoger mis maletas y terminar con 4 años de eventos en nuestra tienda de Madrid. Amalia Ramírez había aprobado mi decisión, y parecía que el resto del equipo estaba de acuerdo. De pronto mi correo empezó a llenarse de mensajes. Algunos no volvieron a contestar, otros no me interesaron, y sólo con unos pocos mantuve el contacto. Fue entonces cuando las circunstancias me quitaron la razón y acepté el primer evento: José María Gallardo.
Pablo San Nicasio nos puso en contacto. Y como si se tratara de una corriente, todo un cumulo de situaciones agradables se fueron sucediendo de la manera más natural. Así fue como me encontré con una tertulia completamente llena.
Horas antes de empezar estaba muy nerviosa. Había aceptado a más personas de las que podía albergar en la tienda, y no tenía muy claro que aquello fuese a funcionar de manera correcta. Pero los miedos me demostraron de nuevo que no son más que simples sombras de algo que no existe si tú así lo decides.
Explicar la tertulia con palabras es complicado. Pronto colgaré el audio para que la disfruten tantas veces como quieran.La personalidad cálida de José María arropó a los que le estábamos escuchando en una de las noches más frías que hemos padecido hasta el momento. Como si de un mago se tratara empezó a manipular a su antojo lo que otros escribieron , devolviéndoles la esencia de sus creaciones , elemento que muchos intérpretes olvidaron, o no escucharon. Cada detalle se dibujaba como algo obvio que siempre estuvo en el mismo el lugar al alcance de todos. Sin embargo, ya lo comentaba Victor Monge, algunos no lo percibieron tan claro y pasaron página. Las explicaciones fueron casi fotográficas. No necesitabas ser músico para entender conceptos complejos.
De pronto la música se quedó desnuda de etiquetas y se presentó con la única personalidad que le pertenece: la universalidad. Conjuntos de notas que se transforman en una libertad sagrada para llegarnos al corazón con la intención de emocionarnos y de envolvernos. Con la misión de provocarnos sensaciones. El músico como canal de algo que ni es de él, ni es nadie pero es de todos.
Aquí las palabras no se las llevaba el viento, sino que eran recogidas, compartidas y amasadas por un público excepcional. El admirado Félix Grande, el flamencólogo Miguel Espín, los guitarristas Pablo San Nicasio (y periodista), Pablo Sainz Villegas, David Rodriguez, Sanja Plohl, el maestro, tan querido por esta casa, Victor Monge "Serranito", entre otros, sin olvidar a la maravillosa Carmen Linares que nos regaló un puñado de emoción con su voz.
Uno de los momentos más tiernos fue cuando José María habló de su guitarra. La fidelidad era compartida por ambas partes desde hace mucho tiempo, no en vano el instrumento no es más que la extensión de la personalidad del artista. Un breve homenaje a un guitarrero excepcional : Pablo Contreras
Gracias a todos por esta tertulia, en especial a José María y a Pablo. Sin ellos este momento que ahora
narro no hubiera sido posible. Gracias a mi tía Amalia Ramírez por apoyarme siempre.