VIAJE A HONG KONG POR AMALIA Y ENRIQUE RAMÍREZ

El 10 de Octubre de 2015 salí de Estambul camino de Hong-Kong, donde la empresa que distribuye mis guitarras allí, Tom Lee Music, había organizado una presentación para mi sobrino Enrique y para mí prevista para el día 12.
Eric Yim nos recogió en el hotel y nos llevó a comer junto con Jane Wong, y por la tarde fuimos a la sala donde se llevaría a cabo la presentación. Allí estuvimos para comprobar el sonido, y también Sean Chan nos hizo una entrevista para la revista Re:spect.

La sala tenía 90 butacas, y fue una gran alegría ver que se llenó totalmente. El evento estuvo muy bien organizado, y la acogida del público fue muy cálida. Yo hablé de la familia Ramírez de constructores de guitarras, hablé de nuestros modelos, y Enrique hizo una demostración de la elaboración de un mosaico hecho a mano, con la ayuda del vídeo que tenemos colgado en Youtube y que hicimos para este tipo de eventos, ya que se trata de un proceso muy complejo que sólo se puede llevar a cabo, en su totalidad, en el taller y a lo largo de varios días. Enrique llevó muestras ya hechas de las diferentes fases para darle más claridad al proceso. Nos gusta hacer esta demostración porque ya muy pocos guitarreros hacen sus mosaicos a mano. Evidentemente, resulta mucho más económico hacerlos en fábricas, pero a nuestro entender, es una pena que se pierda esta técnica artesanal que, aunque no afecta al sonido, es parte de nuestro trabajo tradicional. Es también una forma de hacer ver a los interesados que seguimos siendo un taller artesano, y que conservamos los conocimientos de nuestros antepasados.

También disfrutamos del breve y agradable concierto que Mr. Mok realizó con nuestras guitarras durante el evento. No faltó de nada, y al finalizar, pudimos tener la oportunidad de que los asistentes se acercaran a nosotros a preguntarnos, a enseñarnos guitarras Ramírez que guardaban con cariño, y a contarnos sus historias en torno a nuestras guitarras.

Ya había visitado Hong-Kong en dos ocasiones anteriores. La primera vez viajé con mi madre, aprovechando que habíamos ido a Filipinas a visitar a nuestra familia allí. Mi madre trabajó en su juventud en Hong-Kong, y guardaba muchos buenos recuerdos de aquella estancia, por lo que para mi tiene un significado especial, y siempre me gusta ir allí. Me quedó como recuerdo de mi primera visita lo que yo llamé “la marea humana”. Tan densa era, que al salir del hotel tenía que esperar a que la corriente de la marea humana fuera en la dirección que me interesaba tomar, entonces me incorporaba y me fundía con los caminantes.  En mis dos viajes posteriores no tuve esa misma experiencia, aunque es cierto que sigue habiendo mucha, pero mucha gente en Hong-Kong. Me gusta esa tierra.



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