The
last weekend I was in Cape Town. To say the truth, I had never done such a long
trip to spend the weekend (more than 20 hours to go and a similar amount to
come back), but it was really worth it. I was invited by my distributor in
Africa, Deon Van Vuuren, Pianoforte’s director. I had the pleasure to know
several lovely people that gave me a warm welcome, such as Bryn Van Wyk from
Pianoforte; I think he is able to organize absolutely everything with no
problem at all and I also knew guitar players as important as James Grace,
Jonathan Crossley and Victor Van Niekerk. I travelled with my friends Manuel
Babiloni and Marta Tirado, and that made that such a long trip ended up being
more pleasant and lighter than it really looked like.
Pianoforte,
in collaboration with Lovemore Music – that distributes my studio guitars in
Johannesburgo – had organized “Ramírez Guitars 130 Aniversary Concert” in the
Hugo Lamrechts Auditorium. It was an unforgettable three-hour concert. Manuel
Babiloni opened the concert with his “Double Auditorio” guitar; he played it
with the gentleness and exquisiteness that are characteristic of him, leaving
the audience delighted. After that it was Viktor Van Niekerk’s turn, he played
his ten string guitar, I was impressed by the strength and richness he played
with, he is a great artist who knows how to play with the colors of sound with
great mastery. After the interval, it was James Grace’s turn, he plays with an
ease that leads you to believe that playing the guitar is a simple task; I felt
the guitar was an extension of him, as if he had been born with a guitar in his
hands. Pleasant, versatile, delightful. James played an “Auditorio Cámara”
model and a “Traditional” one. Jonathan played an “Antigua”, with an incredible
skill and expressiveness too, with a rich repertoire and extremely well
performed, impressive and clean. Brilliant. They also played as a duet, keeping
the audience in a timeless state, enjoying every note. They ended up with a
trio with Chloe Murphy, James’ student, who was able to match up these two
masters. I didn’t realize that three hours had gone. Never I found such a long
concert that short, at least in my own experience.
It
was a pity that there was no time to visit the reserve of happy free animals of
Cape Town (nobody hunts them, thank God) and visit the city a little bit more.
But we could enjoy the indigenous gastronomy every day, especially when the
whole group was invited to have dinner by our host in the Myoga restaurant. We
were given five possibilities to choose in each of the seven courses. Dinner
lasted more than four hours. And everything was so delicious that in spite of
being full in the fourth course we eat them all. It was a great trip, with a
fantastic host and surrounded by the best people ever.
EL pasado fin de semana estuve en Ciudad del Cabo. A decir verdad nunca hice un viaje tan largo para pasar un fin de semana (más de 20 horas de ida y otras tantas de vuelta), pero mereció la pena, y mucho. Fui invitada por mi distribuidor en Africa, Deon Van Vuuren, director de Pianoforte, y tuve el placer de conocer a varias personas también encantadoras que me dieron una cálida bienvenida, como Bryn Van Wyk de Pianoforte, a quien creo capaz de organizar absolutamente de todo sin el más mínimo problema, y guitarristas de la talla de James Grace, Jonathan Crossley y Viktor van Niekerk. El viaje lo hice en compañía de mis amigos Manuel Babiloni y Marta Tirado, lo que hizo que un viaje tan largo resultara mucho más liviano y placentero de lo que prometía.
Pianoforte, con la colaboración de Lovemore Music -que distribuye mis guitarras de estudio en Johannesburgo-, había organizado "Guitarras Ramirez en Concierto por su 130 Aniversario" en el Hugo Lamrechts Auditorium. Fue un concierto inolvidable que duró tres horas. Empezó Manuel Babiloni con su guitarra Auditorio doble, y que tocó con la delicadeza y exquisitez que le caracterizan, dejando al público encantado. Seguidamente tocó Viktor van Niekerk su guitarra de 10 cuerdas, con una fuerza y una riqueza que me impresionaron, un gran artista que sabe jugar con los colores del sonido con auténtica maestría. Después del descanso, le llegó el turno a James Grace, que toca con una facilidad que puede hacerte creer que tocar la guitarra es algo sencillo; mi sensación era que la guitarra parecía una prolongación de sí mismo, como si hubiera nacido con una en la mano. Ameno, versátil, encantador. James tocó una Auditorio con Cámara y una Tradicional. Y Jonathan tocó una Antigua, también con una agilidad y una expresividad increíbles, con un repertorio rico y sumamente bien interpretado, brillante y limpio. Genial. También tocaron a dúo, manteniendo al público en un estado fuera del tiempo, disfrutando de cada nota. Finalizaron con un trío con Chloe Murphy, alumna de James, que supo estar a la altura de estos dos maestros. Las tres horas pasaron sin que me diera cuenta. Jamás un concierto tan largo pudo resultar tan ameno, al menos en mi experiencia.
Lástima que no hubo tiempo de visitar la reserva de felices animales en libertad de Ciudad del Cabo (nadie les caza, benditos sean), y ver algo más de la ciudad, pero disfrutamos de la gastronomía de la tierra todos los días, especialmente en la cena a la que nuestro anfitrión nos invitó a todo el grupo en el restaurante Myoga. Siete platos a elegir entre cinco posibilidades por cada plato. La cena duró algo más de cuatro horas. Y estaba todo tan rico que nos lo comimos a pesar de que creo que a ninguno nos cabía nada más cuando ya íbamos por el cuarto. Un viaje estupendo, con un maravilloso anfitrión, y rodeada de la mejor gente que podía imaginar.
James Gracia sobre las Personas de Nota (Radio Música Fina): https://soundcloud.com/brynvanwyk/james-grace-on-people-of-note/s-NE5fw#play