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¡¡¡¡ESTAS NAVIDADES REGALA MÚSICA!!!!. Desde Ramírez te echamos un cable 

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TRAS LA TERTULIA DE LORE RAUS




Fue un placer tener con nosotros a nuestra amiga Lore Raus, a quien conocimos años atrás en el festival de guitarra de Córdoba. Interesante tertulia con una acertada elección de los temas, así como una interesante la explicación de cada uno de ellos, para que el público menos informado entendiera el marco en el que fueron escritos. Gracias por hacernos disfrutar de aquella tarde.


Andrés Segovia (Master Class 1965) with Oscar Ghiglia


VÍDEOS FESTIVAL INTERNACIONAL ANDRÉS SEGOVIA 2013

FIAS 2013 Luigi Boccherini, Sinfonia N30 G523, I Grave-Allegro e con Imperio




FIAS 2013 Luigi Boccherini, Sinfonia N30 G523 II Grave





FIAS 2013 Luigi Boccherini, Sinonia N30 G523, III Allegro (Quasi Minuetto) con gitarra obligata

VÍDEO PRESENTACIÓN GUITARRA CONSERVATORIO EN EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE ANDRÉS SEGOVIA

Presentación del nuevo modelo semiprofesional Conservatorio (completamente hecho a mano en nuestro taller), durante el El Festival Internacional de Andrés Segovia con Isabel Gil Vera, Pablo Romero Luis y Luis Malca

JAPÓN 2013

VIAJE A JAPÓN

En el mes de octubre de 2013, entre los días 12 y 18, mi sobrino José Enrique y yo viajamos a Japón, invitados por mis distribuidores, Arai Company, que llevan más de 55 años representando nuestras guitarras liderados por el Sr. Shiro Arai. Con motivo de que actualmente un nuevo equipo está tomando el relevo de la empresa, nos propusieron visitar su país para reforzar nuestra relación. Y también para presentar la quinta generación de Ramírez, José Enrique, aunque en esta ocasión Cristina no viajó con nosotros por encontrarse representándonos en Shanghai.

Ciertamente fue una experiencia muy positiva y prometedora, gracias a la cual pudimos constatar la profesionalidad del nuevo equipo, así como su entusiasmo y fidelidad hacia nuestras guitarras. También fue maravilloso relacionarnos con guitarristas, tanto profesionales como aficionados, que aprecian nuestras guitarras y las conservan con cariño y respeto.

Los dos primeros días estuvimos en Tokyo, donde visitamos varias tiendas. Enrique y yo dimos una charla sobre la familia Ramírez en Yamano Music Co., donde el Sr. Hokuto Morisawa había preparado un espacio para nosotros, y donde  el Sr. Masahiro Masuda nos hizo disfrutar interpretando varias piezas con su guitarra Ramírez. También fue memorable nuestra visita a Aura, donde nos recibió el Sr. Kiyohisha Motoyama, a quien ya teníamos el placer de conocer de tiempo atrás, y que había organizado un evento muy entrañable. Primero el Sr. Takayuki Azuma –amigo y discípulo de Manuel Babiloni- tocó varias piezas para el público que se había congregado en la sala para recibirnos, y a continuación pasamos a otro espacio donde Enrique y yo hablamos de nuevo sobre nuestra familia de guitarreros y dimos una demostración de cómo se hace un mosaico artesanal. Al terminar, algunos de los asistentes que habían traído sus guitarras Ramírez, nos las fueron mostrando para que las revisáramos y comprobáramos si necesitaban algún reajuste. Y la sorpresa-regalo nos vino de manos del propietario de la guitarra que había sido construida por mi hermano, José Ramírez IV, y que Andrés Segovia había tocado durante los últimos años de su vida. Es una historia larga y muy bonita sobre la que he escrito un artículo especial y extenso. Lo importante aquí fue la alegría que nos dio encontrarnos con esta guitarra, y el orgullo que se reflejó en los ojos de Enrique al tener en sus manos esa guitarra histórica que había hecho su padre. Finalmente terminamos la jornada cenando Shabu-Shabu y disfrutando de la compañía de gente maravillosa.

También estuvimos en Gendai Guitar, donde saludamos al presidente, Mr. Kazuhide Kurata, y Mr. Seiichi Nakazato, el jefe de redacción, nos hizo una larga e interesante entrevista en la que tratamos de varios temas.

Durante nuestra estancia en Tokyo fuimos también a  visitar otras tiendas, Yamaha Ginza, Rock Inn Shinjyuku, y Kurosawa, en las que conocimos a sus encargados y vendedores, y nos hicimos fotos con ellos.  En Kurosawa, lamentablemente sólo pudimos ir a uno de los establecimientos pero tuvimos que cancelar la cena con Mr. Kurosawa porque nos vimos obligados a adelantar nuestro viaje a Nagoya previsto para la mañana siguiente, ya que el tifón pasaría por Tokyo justamente cuando íbamos a coger el tren bala, de modo que tomamos el tren de esa noche huyendo oportunamente del tifón, que ya se anunciaba con una lluvia torrencial y un cielo oscurecido cuando aún era de día.
En Nagoya fue emocionante el reencuentro con Shiro Arai, a quien conozco de toda la vida y a quien tengo un gran cariño. Fuimos a Casa Ramírez, donde recibimos a los invitados a la “Wine Party” que habían organizado, con jamón de Jabugo, queso de oveja y vino español, en un interesante sincretismo gastronómico con aperitivos japoneses.  Miss Kazumi Yoshida nos hizo un retrato encantador a Shiro y a mi, y durante la celebración tocaron diferentes guitarras  de las que tienen expuestas en Casa Ramírez, el Sr. Mitsuo Yoshimoto, la Guitarra del Vino, y el Sr. Yasuo Sakai, presidente de la Central Japan Guitar Association, la guitarra de 1967 que utilizó Segovia.
También visitamos Muse, una tienda encantadora cuyo propietario, Mr. Takahiro Yamashita, ha creado un espacio muy profesional y exclusivo dedicado a la guitarra, con una sala de conciertos con muy buena acústica, y una habitación para clases. Algo como lo que nos gustaría a nosotros tener en nuestra tienda en Madrid, y que esperamos poder crear algún día.

Debido a una emergencia imprevista que nos surgió, tuvimos que adelantar nuestro viaje de vuelta a Madrid, de modo que hubo que cancelar una de las visitas previstas para el último día, y adelantar otras visitas previstas para Osaka y Kyoto.  En Osaka visitamos Yamaha y MikiGakki, y en Kyoto estuvimos en Jeugia Apex, siempre guiados por Mr. Yoshimura, Mr. Kawauchi y Mr. Kasai, de Arai Company, que fueron unos excelentes y amenos compañeros durante toda nuestra estancia. Terminamos el viaje visitando un impresionante templo budista al atardecer, una experiencia inolvidable que puso el broche final a nuestro viaje con la mejor de las energías y de los buenos recuerdos.












JAPAN 2013

JOURNEY TO JAPAN
From The 12th to the 18th of October 2013, my nephew José Enrique and I travelled to Japan. We were invited by my distributors, Arai Company. They have been representing our guitars for more than 55 years, led by Mr Shiro Arai. Due to the fact that a new team is replacing the management of the firm, we were invited to visit their country to reinforce our relationship. And we also wanted to introduce them to the fifth generation of Ramirez, José Enrique, although this time Cristina didn’t travel with us, as she was representing us in Shanghai.
It was certainly a really positive and promising experience, as we could see for ourselves the professionalism of the new team, as well as their enthusiasm and fidelity towards our guitars. It was also marvelous to relate to contact to guitar players, professionals and amateurs that appreciate our guitars and keep them with great care and respect.
We spent the first two days in Tokyo, where we visited several shops. Enrique and I gave a talk about the Ramírez family in Yamano Music Co., where Mr. Masahiro had prepared a space for us; there, Mr. Masahiro Masuda enjoyed us playing some pieces with his Ramírez guitar. Our visit to Aura was also memorable, we were received by Mr. Kiyohisha Motoyama, we had the pleasure to know him from long ago, and he had organized a really pleasant event. First, Mr. Takayuki Azuma – friend and disciple of Manuel Babiloni – played several pieces for the audience that had gathered in the hall to receive us, after that, we went to another room where José Enrique and I talked again about our family of guitar makers and we made a demonstration of how to make a handcraft mosaic. We were showed the Ramírez guitars that some of the assistants had brought in order to revise and check whether they needed some adjustment or not. And the surprise-present came in the hands of the owner of the guitar that my brother, José Ramírez IV, had constructed and that Andrés Segovia had played during the last days of his life. This is a long and beautiful story, and I have written a special and long article about that. The important thing here is the happiness we felt when we found that guitar, and the pride reflected in the eyes of Enrique when he held this historic guitar that his father had made. Finally, we ended the day having dinner in Shabu-Shabu and enjoying the company of great people.
We also went to Gendai Guitar, there, we greeted the president, Mr. Kazuhida Kurata, and Mr. Seiichi Nakazato, the editor-in-chief, he made us a long and interesting interview in which we talked about several topics.
During our stay in Tokyo we also visited other shops, Yamaha Ginza, Rock Inn Shinjyuku and Kurosawa, we met their managers and salesmen and we took pictures with them. Sadly, in Kurosawa we could only visit one of the shops, but we had to cancel our dinner with Mr. Kurosawa because we had to move forward the trip to Nagoya we had scheduled for the next morning, as the typhoon would go over Tokyo just when we were going to take the Bullet Train, so we took a train that night running away just in time from the typhoon, which was already announcing its arrival with a hard rain and dark skies even during the day.
The reencounter with Shiro Arai in Nagoya was really exciting, I know him for a lifetime and I really appreciate him. We went to Casa Ramírez, where we received the guests to the “Wine Party” they had organized; we had Jabugo ham, sheep cheese and Spanish wine, in an interesting gastronomic syncretism with Japanese starters. Miss. Kazzumi Yoshida made Shiro and me a lovely portrait, and during the celebration they played different guitars that they exhibit in Casa Ramírez, Mr. Mitsuo Yoshimoto played the Vino Guitar, and Mr. Yasuo Sakai, president of the Central Japan Guitar Association, played the guitar played by Segovia in 1967.
We also visited Muse, a lovely shop. Its owner, Mr. Takahiro Yamashita, has created a very professional space; it is exclusively dedicated to the guitar, with a concert hall with very good acoustics and a room to give lessons. We wish we could have something similar in our shop in Madrid, and we hope we can create it someday.
Due to an unexpected emergency that came up, we had to bring our come back to Madrid forward, so we had to cancel one of the visits we had scheduled for the last day, and move forward some other visits planned for Osaka and Kyoto. In Osaka, we visited Yamaha and MikkiGakki, and in Kyoto we were in Jeugia Apex. We were always guided by Mr. Yoshimura, Mr. Kawanchi and Mr. Kasai, from Arai Company; they were nice and excellent mates during our whole stay.
We finished our journey visiting an impressive Buddhist temple at dawn, an unforgettable experience that was a perfect ending to our journey with the best of energies and good memories.














AMALIA RAMÍREZ EN "ARTE POR DESCUBRIR" ALHAMBRA RESERVA 1925 (visita de bloggeros)

Amalia Ramírez en "Arte por descubrir" de Cervezas Alhambra Reserva 1925


TERTULIA 13 DICIEMBRE: OSCAR HERRERO

Tertulias en Casa Ramírez

13 DICIEMBRE 2013
a las 20.15 horas
OSCAR HERRERO

Presentación del Cd : 
”1912 – HOMENAJE A SABICAS Y ESTEBAN DE SANLÚCAR" 





”1912 – Homenaje a Sabicas y Esteban de Sanlúcar”

No es solamente un homenaje, es sobre todo un recuerdo emotivo de mi niñez, un guiño de complicidad y reconocimiento a dos hombres que nacieron en el mismo año, con los que siempre me identifiqué en su forma de tocar y de hacer música, sin olvidarme nunca de que solo soy un humilde admirador de ambos que comparte oficio. Curiosamente también compartimos signo zodiacal, Piscis, signo de artistas y músicos. Posiblemente soñadores, discretos, sabedores de las dificultades de este noble arte de nubarrones grises y blancas esperanzas. Grandes músicos que tuvieron que emigrar con escaso equipaje pero con una guitarra repleta de talento, de alma, de sonidos mágicos que mostrar al mundo, y con el legado musical de su patria por bandera.
En este trabajo incluyo una obra inédita de Esteban de Sanlúcar, “Capricho Flamenco”, que nunca fue grabada, ni siquiera por el propio autor. Debo agradecerlo a su alumno y amigo Manolo Yglesias, quien me facilitó una copia que él mismo pudo grabarle al maestro en su casa de manera informal. Me hizo llegar el audio y también una transcripción que había realizado y sobre la cual yo he escrito mi propia versión. Además, es el autor de “Esteban de Sanlúcar, Maestro de la guitarra flamenca”, uno de los primeros libros que edité con Oscar Herrero Ediciones (Acordes Concert). Manolo hizo las transcripciones y sobre ellas me he basado ahora para tocar aquí las obras de Esteban.
Quiero unir a este homenaje el nombre de Enrique de Melchor. Gracias por ayudarme en mi camino, fue un honor haber compartido tantos momentos. Enrique nos dejó a comienzos de 2012 cuando se cumplía este centenario.


 OSCAR HERRERO 



Nace en Tomelloso, Ciudad Real, el 12 de marzo de 1959. Tierra manchega en la que la afición por el flamenco era tan natural como el folclore propio de la comarca.

Comienza muy joven su carrera profesional donde destacaría ya su talento como concertista, compositor y pedagogo.

Ha sido distinguido con los primeros reconocimientos y galardones del más alto nivel en el mundo del flamenco, Premio Nacional de Guitarra Flamenca en Jerez de la Frontera, (Cádiz) y Bordón Minero (Festival de La Unión), entre otros.

 Autor de un elaborado método de enseñanza. Pionero en este campo donde destaca con un largo y acertado trabajo de investigación sobre la pedagogía de la guitarra flamenca. Nombrado Premio Especial a la Didáctica del Flamenco. En su amplio repertorio como compositor se encuentran diversas obras de estudio y de concierto: "La Guitarra Flamenca Paso a Paso""Tratado de la Guitarra Flamenca" “Estudios para Guitarra Flamenca”… Es además fundador y director de la editorial de flamenco Oscar Herrero Ediciones y el inventor del Metrónomo Flamenco Oscar Herrero.

Goza del enorme privilegio de ser el primer profesor de flamenco que impartiera sus cursos en lugares como Conservatorio Tchaikovsky, Moscú o en la Academia Chopin, Varsovia.

Ha llevado su guitarra a los más prestigiosos teatros, desde El Teatro de La Opera de El Cairo, o el Hermitage Theatre de Saint Petersburg, hasta escenarios de Australia, Singapur, China, Filipinas, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Cuba, Jordania o Namibia, además de todo el continente europeo y sudamericano.

Una de sus últimas composiciones es la obra para guitarra flamenca y orquesta, “Concierto Flamenco Verum” que además interpreta como solista.

Le caracteriza su particular entrega por la música flamenca, su impecable técnica y su sonido pulcro y elegante.

Discografía:

§ “Torrente” (Colaboran Carmen Linares, Serranito, Sara Baras, Javier Barón...)
§ “Brindis de Guitarras” (Con la guitarra clásica de Carlos Oramas)
§ “Hechizo” (Con Tino di Geraldo, Xosé Manuel Budiño, Guillermo McGill...)
§ “Abantos” (Con Enrique Morente, Antonio Serrano, Pedro Esparza…)
§ DVD Oscar Herrero en Concierto (En Formación de Trío)
§ “1912” Homenaje a Sabicas y Esteban de Sanlúcar



PROMOCIÓN MARTIN




La guitarrería Ramírez, como centro autorizado Martin, realiza el lanzamiento de una promoción en las guitarras de esta marca. Hasta finales de este año tendrán un 15% de descuento. Consúltanos en tienda@guitarrasramirez.com

Modelo DC16GTE- 1.895,00 €
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FOTO CURIOSA // CURIOSITY






Luis Ramírez de Galarreta (guitarra) hermano de José Ramírez I y Jesús Martínez (laúd) padre de Miguel Martínez, ambos antiguos encargados de la guitarrería Ramírez. Del tercer personaje desconocemos su identidad. //

Luis Ramirez de Galarreta (guitar) Jose Ramirez`s (I) brother and Jesus Martinez (lute) Miguel Martinez´s father , both of them were managers of guitarrería Ramirez. Regarding the third person we do not know his identity.

HISTORICAL HINTS (C.5): THE LAST RAMÍREZ OF ANDRÉS SEGOVIA








HISTORICAL HINTS
THE LAST RAMÍREZ OF ANDRÉS SEGOVIA
March 14th 2013 has been set as a memorable date, a day to celebrate in Casa Ramírez. And if I am especially keen on telling this story, it is because I’ve lived it myself from the beginning, step by step, until nowadays, leaving delicately aside the years it implies I have.

But let’s start from the very beginning, or from one of the beginnings of this story that has its roots on the year 1912, the day my great-grandfather’s brother, Manuel Ramírez, gave this legendary guitar to the then unknown Andrés Segovia. That was his first Ramírez. The one that is displayed in the MET under the specific condition it is not played by anyone.

In the year 1979, my father, as it was customary, had done a selection of several guitars that gathered certain characteristics that filled the preferences of the master, and they were sent to him to choose the one he liked the most. And not knowing that one of them had been constructed by my brother, Ramírez IV (at that time all the guitars had my father’s signature on the label), the master choose precisely this guitar. When he knew it, my brother felt such happiness, that breaking the rules of the house, he personalized it writing a dedication in his own hand, he signed and glued it next to the label, and of course, he gave it to him for free.

I remember quite well the day my brother was given the news, because for him that was the best test he could pass as a guitar maker, even more significant than the day when he presented my father with the guitar he had done and that meant obtaining the category of first official. His guitar had been chosen by Andrés Segovia. That was a great award.

We knew that he was playing this guitar in his concerts all over the world until the end. Not long ago my distributor in Japan, Shiro Arai, told me that he organized the last concert of Segovia in Japan, and he had played this guitar. Actually, this is well known, so we are not going to extend on that. It’s enough just to say that this was the last Ramírez that belonged to Segovia, whose career with Ramírez started and ended with a present made with all our heart.

After Segovia died in 1987, we didn’t have any more news about this guitar. Until the day when Pepe and I had gone to Frankfurt’s Fair, a friend called us, he was a string maker, and he came running from his stand to greet us shaking a magazine in his hand. I can’t remember very well if it was the year 1997 or 1998, and sadly, I can’t remember either what the magazine was. What I clearly recall is that the happiness of our friend was due to the article he showed us. In it there was a picture of the guitar my brother had given to Andrés Segovia, with its dedication, and with the news that it had been acquired by a great admirer of the master and Ramírez guitars. It mentioned the quantity they had paid for it but not the name of the purchaser. My brother felt conflicting emotions when he heard the news, on the one hand he was happy because the guitar had fell into the hands of someone who would appreciate it, on the other hand he felt sad when he remembered the absence of the master, since he, the same as my father and even me, occasionally, had had a close relationship with the master.

Since that moment, and especially after the death of my brother, I have frequently recalled this story, and I thought I had put an end to it until October 14th 2013. The exact moment I started to write this article.

My nephew José Enrique and I had travelled to Japan, and we were giving a talk in the workshop of the Aura shop, managed by Mr. Motoyama in Tokyo. At a given moment of the talk, when I was talking about my brother, I told the story of this guitar. When we finished the talk, several people from the audience approached us to show us their guitars and listen to our opinion on whether the guitars needed any adjustment or not. To our great surprise, a gentleman approached us with the guitar my brother had given to Segovia, with its dedication signed and glued next to the label, and showing us a certificate of its purchase. I have no words to describe the expression of my nephew while he held this treasure in his hands; you could read in his eyes the emotion and pride he felt for his father, whose he had lost when he was only a child. That was the best present we could receive in this journey, and sincerely, in a long time since I manage this familiar business.

We were told that the owner of the guitar, having known that my nephew and I were in Aura this day, had done a long trip to show us the guitar, proud as well as expecting to know what we could tell him about it. Although we didn’t know, for him it was also a surprise that we told the story of the guitar, that because of him, I can now complete, although, who knows? Maybe I write some other chapter related to it. Such a beautiful story deserves to go on growing.

When I came back to Madrid, I could check the guitar’s serial number, proving one more time that it had been transferred to the master in 1979, the year my brother had constructed this historical instrument. That sets a closure to a 75 year period since Andrés Segovia played his first Ramírez to his death in full possession of his last Ramírez. It is striking the detail that this guitar still has a stain of coffee on the side and part of the back, a “medal” that proves that he was probably studing with it while he was having his cup of coffee, a fond detail of his everyday life.



Amalia Ramírez



José Ramírez IV



Program with this guitar




Andrés Segovia with the guitar that was possible
 built by my brother

Amalia and Enrique Ramírez (José Ramírez V)


In the Segovia Foundation

PUNTADAS HISTÓRICAS (CAP.5): LA ÚLTIMA RAMIREZ DE ANDRÉS SEGOVIA

 





PUNTADAS HISTÓRICAS
LA ÚLTIMA RAMIREZ DE ANDRÉS SEGOVIA

El 14 de Marzo de 2013 ha quedado como una fecha memorable, de celebración, en Casa Ramírez.  Y si me gusta especialmente contar esta historia, es porque yo la he vivido desde el comienzo en primera persona, paso a paso, hasta el día de hoy, dejando delicadamente al margen los años que eso me echa encima.

Pero vamos a empezar por el principio, o por uno de los principios de una historia que tiene sus raíces en 1912, el día en que mi tío bisabuelo Manuel Ramírez regaló aquella guitarra legendaria al aún desconocido Andrés Segovia. Su primera Ramírez. La que está expuesta en el MET bajo la condición expresa de que no sea tocada por nadie.

Corría el año 1979 cuando mi padre, como era ya costumbre, había hecho una selección de varias guitarras que reunían las características acordes con las preferencias del maestro, y se las envió para que escogiera la que más le gustara.  Y sin saber que una de ellas había sido construida por mi hermano, Ramírez IV, ya que en aquella época todas llevaban la firma de mi padre en la etiqueta, el maestro eligió precisamente esa guitarra.  La alegría de mi hermano al saberlo fue tal, que rompiendo las normas de esta casa, la personalizó escribiendo de su puño y letra una dedicatoria, la firmó y la encoló al lado de la etiqueta y, claro está, se la regaló.

Recuerdo muy bien el día en que mi hermano recibió la noticia, ya que para él fue la mejor prueba que pasó como guitarrero, más significativa aún que el día en que presentó a mi padre la guitarra construida por él  que le supuso la obtención  de la categoría de oficial de 1ª. Su guitarra había sido elegida por Andrés Segovia. Todo un galardón.

Y sabemos que esa guitarra la estuvo tocando hasta el final de sus conciertos por el mundo. Hace muy poco mi distribuidor de Japón. Shiro Arai, me comentaba que él organizó el último concierto de Segovia en Japón, y tocó esta guitarra. Bueno, en realidad es algo bien sabido, así que no nos vamos a extender más en ello. Baste con decir que fue la última Ramírez que perteneció a Segovia, cuya carrera con Ramírez empezó y terminó con un regalo hecho de todo corazón.

Tras el fallecimiento de Segovia en 1987, no volvimos a tener más noticias sobre esta guitarra. Hasta un día en que Pepe y yo habíamos ido a la Feria de Frankfurt, y nos llamó un amigo, fabricante de cuerdas, que salió corriendo de su stand para ir a nuestro encuentro agitando una revista en la mano. No recuerdo bien si era el año 1997 o 1998, y lamentablemente tampoco recuerdo de qué revista se trataba. Lo que sí recuerdo muy bien es que la alegría de nuestro amigo se debía al artículo que nos mostró, donde aparecía una fotografía de la guitarra que mi hermano había regalado a Andrés Segovia, con su dedicatoria, y con la noticia de que había sido adquirida por un admirador del maestro y de las guitarras Ramírez.  Se mencionaba la cantidad por la que había sido vendida, pero no el nombre del comprador. La noticia provocó emociones encontradas en mi hermano, por un lado la alegría de que la guitarra estuviera en manos de alguien que sabría apreciarla, por otro lado la tristeza de recordar la ausencia del maestro, ya que él, al igual que mi padre, y yo misma en algunas ocasiones, había tenido una cálida relación con él.

Desde entonces, y sobre todo después de la muerte de mi hermano, me he referido con cierta frecuencia a esta historia en la que creí que ya había puesto el punto final, hasta el 14 de Octubre de 2013. Justo el punto en que comencé a escribir este artículo.
Mi sobrino José Enrique y yo habíamos viajado a Japón, y estábamos dando una charla-taller en la tienda Aura, regentada por el Sr. Motoyama, en Tokyo. Y en un momento dado de la charla, al hablar de mi hermano, conté la historia de esta guitarra. Al terminar la charla, varias de las personas del público se acercaron a nosotros para enseñarnos sus guitarras y escuchar nuestra opinión acerca de si necesitaban o no algún ajuste. Y nuestra sorpresa fue realmente grande cuando se nos acercó un caballero con la guitarra que mi hermano le había regalado a Segovia, con su dedicatoria firmada y encolada al lado de la etiqueta, y mostrándonos un certificado de su compra. La expresión de mi sobrino era indescriptible mientras sostenía aquél tesoro en sus manos; se podía leer en sus ojos la emoción y el orgullo hacia su padre, a quien había perdido cuando aún era un niño.  Fue el mejor regalo que pudimos recibir en ese viaje,  y la verdad que en mucho tiempo desde que dirijo el negocio familiar.

Supimos que el propietario de la guitarra, al haberse enterado de que íbamos a estar mi sobrino y yo en Aura ese día, había hecho un largo viaje para mostrárnosla, orgulloso, y al mismo tiempo expectante por saber qué podíamos contarle sobre ella. También para él fue una sorpresa que, sin nosotros saberlo, contáramos su historia que, gracias a él, ahora he podido completar, aunque ¿quién sabe?, aún puede que se escriba algún capítulo más relacionado con ella. Una historia tan bonita merece seguir creciendo.
A mi vuelta a Madrid,  pude comprobar en nuestro archivo el número de serie de la guitarra, confirmando una vez más que había sido cedida al maestro en 1979, el año en que mi hermano había construido aquél instrumento histórico, pues cierra un periodo de nada menos que de 75 años desde que Andrés Segovia tocó su primera Ramírez hasta su fallecimiento, en posesión de su última Ramírez. Llama la atención el detalle de que esta guitarra aún conserva una mancha de café sobre el aro y parte del suelo,  la “condecoración” que indica que seguramente estudiaba con ella mientras tomaba su café, un entrañable detalle de su vida cotidiana.

Amalia Ramírez
José Ramírez IV



Andrés Segovia con la que, posiblemente, 
sea la guitarra de la que hablamos en el artículo

Programa con la guitarra


Amalia y Enrique Ramírez (José Ramírez V)

Texto en la Fundación Andrés Segovia

CLASSICAL GUITAR: JOHN MILLS SEGOVIA-THE RAMIREZ YEARS




CLASSICAL GUITAR

Concert Review

JOHN MILLS
SEGOVIA-THE RAMIREZ YEARS
Glynde Place, Sussex
21 September 2013

This recital marked the official launch of the double CD by John Mills comprising works composed for or arranged by Andres Segovia. The project aims to re-awaken awareness of the style and wonderful sound colours that Segovia produced which made him a celebrated concert artist. Honoured guest for the occasion was Amalia Ramirez, head of the Ramirez company, who travelled specially from Madrid for the launch. The venue was the hall of the beautiful Elizabethan manor of Glynde Place in East Sussex.

Before the recital began Dr. James Westbrook gave a short talk entitled “The Road to Ramirez”. A noted scholar and authority on early guitars and especially Antonio Torres, he outlined the development of the instrument that eventually led to the remarkable creations by Torres, whose work guided later luthiers, including the Ramirez family, in their efforts to produce more sonorous and responsive instruments. It was in 1912 that Manuel Ramirez presented Segovia with a guitar which he played throughout the world for the next twenty-five years, making both he and the instrument famous. That guitar is now in the Metropolitan Museum of Art in New York. The talk was supported by a small, but choice, display of rare instruments including Torres and Ramirez.

John Mills’ recital, performed on a Ramirez “Tradicional 1a” guitar designed in the 1960’s and identical to those used by Segovia, featured well-known pieces from the Maestro’s repertoire. It is music that suits Mills’ lyrical and warm style of playing and which displayed his command of varied tone colours to the full. Opening with four pieces by Gaspar Sanz, he immediately captivated the audience by the rhythmic drive and crisp articulation of his delivery. Then came Torroba’s Suite Castellana, followed by a recorded commentary by Segovia that added a nostalgic look back in time for many. Pieces by Haug, Debussy and Roussel led to the final work before the interval, Tansman’s Suite in Modo Polonico.

The second half of the programme was devoted to works from Spain and Mexico, including works by Turina, Rodrigo, Ponce and concluding with Capricho Catalan by Albeniz and Danza Espanola No.10 by Granados. The capacity audience demanded more and were rewarded with three encores which included the ever popular Catalan carol El Noi de la Mara and J.S. Bach’s Prelude from Cello Suite No.1.

The recital was a telling reminder of the huge contribution Segovia made to the advancement in popularity of the guitar, aided of course by the music he persuaded composers to write for him and his own arrangements of works by the great masters. It is music that deserves to return more often to the concert platform, hopefully played with the same understanding and beauty that we enjoyed from John Mills.

Robert Money