VIAJE
A JAPÓN
En el mes de octubre de 2013, entre los
días 12 y 18, mi sobrino José Enrique y yo viajamos a Japón, invitados por mis
distribuidores, Arai Company, que llevan más de 55 años representando nuestras
guitarras liderados por el Sr. Shiro Arai. Con motivo de que actualmente un
nuevo equipo está tomando el relevo de la empresa, nos propusieron visitar su
país para reforzar nuestra relación. Y también para presentar la quinta
generación de Ramírez, José Enrique, aunque en esta ocasión Cristina no viajó
con nosotros por encontrarse representándonos en Shanghai.
Ciertamente fue una experiencia muy
positiva y prometedora, gracias a la cual pudimos constatar la profesionalidad
del nuevo equipo, así como su entusiasmo y fidelidad hacia nuestras guitarras.
También fue maravilloso relacionarnos con guitarristas, tanto profesionales
como aficionados, que aprecian nuestras guitarras y las conservan con cariño y
respeto.
Los dos primeros días estuvimos en Tokyo,
donde visitamos varias tiendas. Enrique y yo dimos una charla sobre la familia
Ramírez en Yamano Music Co., donde el Sr. Hokuto Morisawa había preparado un
espacio para nosotros, y donde el Sr.
Masahiro Masuda nos hizo disfrutar interpretando varias piezas con su guitarra
Ramírez. También fue memorable nuestra visita a Aura, donde nos recibió el Sr.
Kiyohisha Motoyama, a quien ya teníamos el placer de conocer de tiempo atrás, y
que había organizado un evento muy entrañable. Primero el Sr. Takayuki Azuma
–amigo y discípulo de Manuel Babiloni- tocó varias piezas para el público que
se había congregado en la sala para recibirnos, y a continuación pasamos a otro
espacio donde Enrique y yo hablamos de nuevo sobre nuestra familia de
guitarreros y dimos una demostración de cómo se hace un mosaico artesanal. Al
terminar, algunos de los asistentes que habían traído sus guitarras Ramírez,
nos las fueron mostrando para que las revisáramos y comprobáramos si
necesitaban algún reajuste. Y la sorpresa-regalo nos vino de manos del
propietario de la guitarra que había sido construida por mi hermano, José
Ramírez IV, y que Andrés Segovia había tocado durante los últimos años de su
vida. Es una historia larga y muy bonita sobre la que he escrito un artículo
especial y extenso. Lo importante aquí fue la alegría que nos dio encontrarnos
con esta guitarra, y el orgullo que se reflejó en los ojos de Enrique al tener
en sus manos esa guitarra histórica que había hecho su padre. Finalmente
terminamos la jornada cenando Shabu-Shabu y disfrutando de la compañía de gente
maravillosa.
También estuvimos en Gendai Guitar, donde
saludamos al presidente, Mr. Kazuhide Kurata, y Mr. Seiichi Nakazato, el jefe
de redacción, nos hizo una larga e interesante entrevista en la que tratamos de
varios temas.
Durante nuestra estancia en Tokyo fuimos también
a visitar otras tiendas, Yamaha Ginza,
Rock Inn Shinjyuku, y Kurosawa, en las que conocimos a sus encargados y
vendedores, y nos hicimos fotos con ellos.
En Kurosawa, lamentablemente sólo pudimos ir a uno de los
establecimientos pero tuvimos que cancelar la cena con Mr. Kurosawa porque nos
vimos obligados a adelantar nuestro viaje a Nagoya previsto para la mañana
siguiente, ya que el tifón pasaría por Tokyo justamente cuando íbamos a coger
el tren bala, de modo que tomamos el tren de esa noche huyendo oportunamente
del tifón, que ya se anunciaba con una lluvia torrencial y un cielo oscurecido
cuando aún era de día.
En Nagoya fue emocionante el reencuentro
con Shiro Arai, a quien conozco de toda la vida y a quien tengo un gran cariño.
Fuimos a Casa Ramírez, donde recibimos a los invitados a la “Wine Party” que
habían organizado, con jamón de Jabugo, queso de oveja y vino español, en un
interesante sincretismo gastronómico con aperitivos japoneses. Miss Kazumi Yoshida nos hizo un retrato encantador
a Shiro y a mi, y durante la celebración tocaron diferentes guitarras de las que tienen expuestas en Casa Ramírez,
el Sr. Mitsuo Yoshimoto, la Guitarra del Vino, y el Sr. Yasuo Sakai, presidente
de la Central Japan Guitar Association, la guitarra de 1967 que utilizó
Segovia.
También visitamos Muse, una tienda
encantadora cuyo propietario, Mr. Takahiro Yamashita, ha creado un espacio muy
profesional y exclusivo dedicado a la guitarra, con una sala de conciertos con
muy buena acústica, y una habitación para clases. Algo como lo que nos gustaría
a nosotros tener en nuestra tienda en Madrid, y que esperamos poder crear algún
día.
Debido a una emergencia imprevista que
nos surgió, tuvimos que adelantar nuestro viaje de vuelta a Madrid, de modo que
hubo que cancelar una de las visitas previstas para el último día, y adelantar
otras visitas previstas para Osaka y Kyoto. En Osaka visitamos Yamaha y MikiGakki, y en
Kyoto estuvimos en Jeugia Apex, siempre guiados por Mr. Yoshimura, Mr. Kawauchi
y Mr. Kasai, de Arai Company, que fueron unos excelentes y amenos compañeros
durante toda nuestra estancia. Terminamos el viaje visitando un impresionante
templo budista al atardecer, una experiencia inolvidable que puso el broche
final a nuestro viaje con la mejor de las energías y de los buenos recuerdos.
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