PUNTADAS HISTÓRICAS (C.9) : LAS GUITARRAS DE ESTUDIO



Cuando mi bisabuelo, José Ramírez I, abrió su establecimiento en 1882, no solamente puso a la venta las guitarras que se hacían en su taller, que las había de diferentes precios según la complejidad de su construcción y la calidad de los materiales empleados, sino también una selección de modelos de estudio hechos en fábricas, cuyos precios eran más asequibles, ofreciendo así una gama amplia de posibilidades para la clientela según sus preferencias y disponibilidad económica. Asimismo, se trata de guitarras más adecuadas, por su comodidad, para principiantes, que las guitarras de profesional.

Las guitarras de estudio, hechas en fábricas, eran siempre revisadas y ajustadas en su taller para asegurarse de que tenían la calidad adecuada para su venta.
Al comienzo, sólo las guitarras hechas en su taller llevaban su etiqueta, conservando las etiquetas de los fabricantes en las guitarras de estudio. Sin embargo, empezó a tener problemas cuando algunos clientes venían quejándose de defectos en sus guitarras, asegurando que las habían comprado en su tienda. Dado que tenían la etiqueta del fabricante, y no la suya, y pese a estar seguro de que él no había vendido ninguna guitarra en malas condiciones pero no lo podía demostrar, finalmente optó por poner una etiqueta especialmente diseñada para esos modelos. De esa forma la etiqueta con su nombre era la garantía de que dichas guitarras se habían vendido en su establecimiento y respaldaba con ello su calidad.

Y hemos continuado con esa misma práctica desde entonces. Se trata de una forma de asegurar que dichas guitarras  no solo han sido vendidas en nuestra tienda, sino que también han pasado un control de calidad y han sido ajustadas, retocadas y repasadas por nosotros para dejarlas en condiciones de ser vendidas según nuestras exigencias de calidad.

Mi abuelo, José Ramírez II, encargó unos modelos especialmente hechos para él a un fabricante de la época, Vicente Tatay, que se estuvieron vendiendo en nuestra tienda durante bastante tiempo, aunque no tengo fechas exactas. Dejaron de fabricarlos en la década de los 50, salvo uno de esos modelos que se mantuvo hasta los 70. Eran tres modelos: el modelo 76, de tamaño pequeño para niños de 6-7 años; el modelo 78, un poco más grande que el anterior; y el modelo 21, ya de tamaño normal.
Y ya en 1986, mi hermano, José Ramírez IV, convenció a nuestro padre, José Ramírez III, de la importancia de tener una línea de modelos de estudio diseñada por nosotros, pues era una forma de garantizar totalmente una calidad Ramírez a estudiantes y aficionados que desearan adquirir guitarras adecuadas para su nivel, y a precios mucho más asequibles que nuestras guitarras de profesional. Así nació la línea E, que posteriormente yo revisé haciendo algunos cambios para mejorar los modelos, y que es la actual línea NE. Asimismo mi hermano desarrolló la línea R al inicio de los 90, y que en la actualidad he revisado también con objeto de mejorarla. Disponemos de otros modelos de estudio de diseño nuestro, como la GH, y la línea NCWE entre otros. Sin embargo, no se trata aquí de hacer un listado de nuestros modelos de estudio, sino de aclarar una situación que a veces hemos comprobado que está sujeta a malentendidos e interpretaciones erróneas.

Lo que interesa aquí es que nosotros hemos establecido unos acuerdos con fábricas españolas, y les facilitamos nuestros diseños para que fabriquen nuestros modelos de estudio, conforme a nuestras instrucciones y requisitos especiales de calidad, lo cual implica que, aunque buena parte de su fabricación está mecanizada, los procesos más delicados estén hechos a mano por los operarios más diestros. Asimismo, dichos fabricantes han asumido un compromiso de exclusividad y de confidencialidad con nosotros. Por tanto, nuestros modelos están totalmente fuera de su línea normal de producción y se tratan de forma diferente. Una vez terminados, llegan a nuestro taller donde son revisados, repasados y ajustados por nosotros. Todo ello implica un sobreprecio en su costo.
Se trata de sistemas de cooperación que se practican, de diversas formas, en la industria de diferentes sectores, como en el de los automóviles, o en el de la moda. Una cosa son los modelos de alta gama, y otra los más corrientes, o los modelos de alta costura y los de pret a porter, por utilizar el lenguaje de los sectores mencionados.  Por ejemplo, hay  primeras marcas automovilistas que, para revitalizar el mercado, colaboran con otras marcas de segunda línea y crean un modelo con algunos materiales de la primera marca pero con acabados más sencillos, lo que supone que salgan al mercado con precios más económicos.  En el mundo de la moda, los modelos de alta costura se realizan a mano en los talleres de las grandes firmas, mientras que éstas a su vez crean los modelos pret a porter que se hacen en fábricas externas.

En la actualidad disponemos, por tanto, de tres opciones principales. Por un lado están nuestras guitarras de alta gama, que las hacemos totalmente a mano en nuestro taller. Por otro lado están nuestros modelos que podríamos llamar pret a porter, que son diseños nuestros y son fabricados en exclusiva para nosotros, siempre en fábricas españolas. Y por último, de venta en nuestra tienda, están las guitarras de marca blanca, que se trata de una selección de diferentes modelos de fabricantes españoles que, sin ser diseños nuestros, los escogemos por considerarlos aptos para ser vendidos por nosotros, siempre después de haber sido revisados y ajustados por nosotros antes de ponerlos a disposición de los clientes, y cuya garantía es nuestra etiqueta.



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