TRAS LA TERTULIA DE SERRANITO Y GAMBOA




Aquel viernes 25 de septiembre se transformó en un día muy especial para la Casa Ramírez, no sólo por la trascendencia de los dos personajes que ocuparían nuestras horas durante la tertulia, sino por el significado del evento. Y es que Ramírez no sólo es una casa centenaria de construcción de guitarras, también es recipiente de momentos importantes en el mundo de este instrumento, con muchos tintes de amistad. Quizás ese sea uno de nuestros principales motores, ya que a través de ella hemos podido avanzar, crear, experimentar y evolucionar. Nos debemos, en parte, a las experiencias con estos grandes maestros.

Una de estas relaciones, sin duda, ha sido la mantenida con Víctor Monge, posiblemente una de las figuras más importantes y precursoras de la historia del flamenco. La confluencia de dos genios, permíntanme que diga en voz alta lo que opino de mi abuelo, ya que esta característica en Serranito la doy por sentado, provocó una suerte de magia que pocas veces ocurre. Dos personajes incapaces de envejecer, a pesar de los esfuerzos del tiempo, con unas ganas insaciables de aprender y de corazones inmensos. Inevitablemente no puedo ser objetiva, me es imposible, ya que el cariño que proceso por ambos tiene un carácter familiar inevitable. Y sí, a Víctor le consideramos parte de esta casa, de esta familia, de nuestra historia; porque son muchos años de amistad, de aprender y reír juntos. Esta tertulia no deja ser un tributo a todos estos momentos y a un gran maestro, al igual que las guitarras que hemos creado con su nombre. ¿Hay mejor forma de homenajear a un guitarrista siendo guitarrero?

No puedo terminar esta pequeña crónica sin mencionar a José Manuel Gamboa.  Con inteligencia bañada de un sentido del humor exquisito, nos brindó una serie de preguntas que fueron desnudando la figura del maestro con tiento y con cariño, hasta sumergirnos de lleno en parte de la historia del flamenco, donde vimos pasearse a personajes relevantes y donde pudimos adentrarnos en emblemáticos lugares. Le estamos muy agradecidos por ser responsable directo de una noche perfecta.

Gracias a Gamboa y a Serranito por brindarnos tan buenos momentos durante la tertulia. Gracias a Julián Vaquero y a Mario Parrana por acompañar al maestro en un pequeño recital que realizaron al final del evento, para demostrar el sonido de las guitarras. Y gracias a todos los amigos y asistentes que participaron aquella noche.

Gracias a Juan Ureña por las fotos y los fragmentos de los vídeos (colgaremos la tertulia dentro de muy poco) y también a la Fundación de Guitarra Flamenca por su material gráfico.

Gracias de corazón por hacer posible estas tertulias.






  












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